lunes, 14 de noviembre de 2011

¿CÓMO COMEMOS?

http://corazonhada-madrina.blogspot.com
Hace poco tuve una cita, no iba muy animada pero me dije, ale ponte mona y ya está…total ¿Qué puede pasar de terrible? En fin…pues lo más terrible que podía pasar…pasó. Ahhhh!!
Fuera de que la persona no me gustara mucho lo que yo vi hacer a ese muchacho en la mesa me dio mas susto que otra cosa y me hizo plantearme una cosa…¿ya nadie se acuerda de los buenos modales en la mesa? O ¿nunca los han sabido?

Son cositas sencillas que no deberíamos olvidar, que no significa que entre amigos, con confianza te tomes ciertas licencias, pero a veces creo que se pasan fronteras y la confianza no debería dar tanto asco.


Como siempre digo, cada ocasión es diferente y se merece un trato adecuado.

Pero siempre hay una pequeña base, que es mucho mejor seguir, por eso he hecho un pequeño resumen de 10 puntos, que sí, algunos muy básicos que todos sabemos pero…¿siempre hacemos?


  1. La servilleta siempre en el regazo y las dos manos sobre la mesa, no quiero ni imaginarme que hace la gente con esa mano escondida debajo de la mesa.
  2. No sorber ni hacer ningún ruido con la comida.
  3. Por supuesto, utilizar cada cubierto como corresponde, nada de pinchar con el cuchillo las patatas ( no miréis raro…se bien lo que digo)
  4. ¡¡Chicas!! No pintarse ni retocarse en la mesa, en los baños ¡siempre hay mejor luz!
  5. Se empieza a comer cuando todo el mundo está servido, a no ser que el anfitrión, o la persona con la que estas comiendo te diga que puedes. Cuando son comidas calientes es diferente.
  6. Hasta que no hayáis tragado, nada de meter mas comida en la boca… nadie se la va a llevar, esto también vale para la bebida.
  7. Nada de jugar con comida, cubiertos…etc, la mesa no es un parque temático. Y mucho menos robarle la comida del plato al compañero.
  8. Los gracias y por favores siempre vienen bien.
  9. Si os apetece probar la ensalada del otro lado de la mesa, pedírselo a alguien, no hace falta que saltéis por encima de todos
  10. Y como siempre decía mamá, ¡no habléis con la boca llena!

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